Educación, escuela formal e informal y familia. Primera parte.
Por José Alberto Barrera Gamboa
El siguiente documento será la primera
parte de tres, que conforman un trabajo de investigación pedagógica enfocado a
la escuela critica, retomando teóricamente sobre todo a Freire y Bourdieu,
dando una breve mirada a conceptos como la familia, la escuela, las prácticas
pedagógicas, etc. Que nos darán mejor idea sobre el funcionamiento social de la
escuela, el que es y el que queremos que sea.
Educación, escuela formal e
informal y familia
Es la
forma ejercida por las generaciones adultas sobre las que todavía no están
maduras para la vida social. Tiene por objeto suscitar y desarrollar en el niño
cierto número de estados físicos, intelectuales y morales, que exigen de él la
sociedad política en su conjunto y el medio espacial, al que está
particularmente destinado (Durkheim, 1994).
Así
como tratar, en ese mismo sentido de evolucionar a través de las actividades
científicas según en cada época. Se intenta preservar pues, manteniendo una
serie de normas, valores, principios sociales los cuales permiten la relación
armónica entre los integrantes de la sociedad, pero aun así siempre se ha
buscado mejorar las condiciones que han existido en cada periodo histórico, esa
forma de permanencia de normas, acumulación de conocimientos y saberes, también
la manera de divulgarlo a lo largo de la historia es justo lo que nos hace
humanos y no animales según Durkheim, ya que un animal, “lo que haya podido aprender en el curso de su existencia individual,
casi nada puede sobrevivirle, no más allá que instintos de supervivencia y
adaptación al medio” (Durkheim, 1994) . Diferencia enorme con el hombre,
quien mediante el lenguaje, que nos hace más humano y ser gregario, es posible
un conjunto indefinidos de conocimientos que Durkheim afirma,” eleva al hombre sobre el animal y por sobre
sí mismo, ya que esta acumulación no es posible más que en la sociedad y por la
sociedad” (Durkheim, 1994). Así pues el valor que se le da a la educación,
ya sea bajo sus condiciones de formal o informal, se ha buscado siempre sea de
una forma organizada y lógica según en la sociedad que se desarrolle. Por ello
desde las formas más rudimentarias de escuela que existieron (diferentes a las
que conocemos formalmente en la actualidad), han sido de vital importancia en
cada sociedad existente y de valor imperativo a emprender. Nada prevalece, ni
se conservará de la sociedad si la educación no existiese, la educación
brindada por la familia, conocimientos derivados de la misma sociedad, que son
capaces de formar y adaptar a cada nuevo sujeto al colectivo del que formará
parte.
A
pesar de la importancia que se la ha sado socialmente a la educación,
sobre todo por el imaginario, en
palabras de Bourdieu que permite una movilidad
social, lo cual en las más de las ocasiones resulta ser solo uno de los
mitos encarnados bajo el sistema económico, social, político y cultural
imperante. No resulta pues, la educación una forma efectiva que permita salir, a los sujetos que la reciben,
sobre todo en las instituciones formales, de las condiciones objetivas en las
que se encuentra. Así pues, Bourdieu explica que la función de los sistemas
educativos en cada sociedad son la de reproducir
lo que socialmente es aceptado por las culturas dominantes. En este
sentido, la eficiencia de la educación no va más allá de lo requerido por las
clases altas, quienes son los que la dirigen, por lo tanto permitiendo lo que
más conveniente sea para mantener ese estado de dominación cultural. Ya que,
continuando con el análisis que Bourdieu hace de la escuela formal,
contemplándola como “una fuerza
socialmente conservadora” (Bourdeiu, 1986) puesto que perpetúa las
desigualdades sociales, y se centra en mantener una forma desigual de selección
de individuos, mediante la ideología del
talento, dando la impresión de que el éxito es una cuestión de talento y
trabajo, permitiendo escapar a solo
unos cuantos sujetos y elevarse socialmente, manteniendo a la gran mayoría en
las condiciones que se encontraban. La cultura dominante pues, hace uso evidente
de aquellos sujetos quienes fueron capaces de ascender en las estructuras de la
sociedad, evidenciando el supuesto de que
la escuela brinda posibilidades de mejora social, cultural y económica.
Arraigando, como anteriormente se dijo, en las masas de la cultura dominada la
busca de ese ascenso mediante la escuela, a pesar del fracaso de la gran
mayoría.
Para
entender a la escuela como la institución social encargada de conservar y
remarcar las desigualdades sociales, es necesario reflexionar sobre el valor
educativo que brinda la familia a cada uno de los sujetos, pues según Bourdieu
es ahí donde se adquiere un cierto ethos y
un capital cultural los cuales influyen directamente en los
valores que imprime cada miembro (según la clase social a la que pertenezca)
hacia la importancia de la preparación y el futuro. Por lo que, la educación se
trata de una elección de padres, los cuales eligen según la posibilidades
brindada por sus condiciones reales, y por lo tanto se enmarcan grandes
diferencias entre las opciones de una y otra clase social. Por lo tanto cada
familia y sus hijos eligen sus selecciones (educativas) “limitados por las obligaciones que los determinan, aunque ellos piensen
que su elección se basó en sus gustos y aptitudes vocacionales” (Bordieu,
1986). Es evidente entonces las
posibilidades reales que tienen los sujetos provenientes de familia de clases
sociales bajas, a comparación de aquellos quienes proceden de clases
acomodadas.
Publicado en Claroscuro
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