El escape del sentido común

Por Oscar Isaac Corral Arias



En ocasiones la complejidad de los procesos nos hace escapar de la lógica y el sentido común que debiera prevalecer en la toma de decisiones dentro del ámbito educativo.  Con la reciente aprobación de la  reforma educativa constitucional se hace énfasis en el mejoramiento de la calidad de la educación que se impartirá en las escuelas públicas de nuestro país. Sin embargo, insisto y soy reiterativo, si en verdad se quiere tener un cambio profundo o de “gran calado” es necesario e imperativo que se revisen las instituciones que actualmente están formando a los futuros profesores.

La reforma está planteada a largo plazo, así lo dijo el secretario de Educación Pública, Emilio Chuayffet. Si la intención es así,  y si en verdad el señor presidente en turno piensa en la educación como prioridad y no solo como retórica o incluso demagogia , deben cambiar muchas cosas dentro de las Instituciones Formadoras y Actualizadoras de Docentes.

El otro día les pregunté a varios padres de familia sobre qué pensaban sobre el profesor de sus hijos, si les gustaría que fuera de los mejores y que además estuviera muy bien preparado para su trabajo. Desde luego, los comentarios fueron contundentes y no dan lugar a ambigüedades: los padres quieren la mejor educación para sus hijos… y ¿qué madre y padre no?

Bien, como argüía al inicio, el sentido común ha sido relegado cuando nos referimos a la formación de profesores. Existen grandes ironías que actualmente operan y que van en contra de la lógica y el más simple y llano pensamiento de sentido común. Por ejemplo, mientras a nivel federal se habla de reformas que elevarán la calidad educativa, en los estados, en especial en el de Sinaloa por ejemplo, se amplía la oferta educativa en carreras a fines a la docencia sin que haya una debida planeación de esto.

Recientemente las políticas estatales, tomando en cuenta crecimientos demográficos por edad escolar, ha decidido ampliar la cobertura en las diferentes instituciones de nivel superior, incluyendo Normales y Universidades Pedagógicas. Se incrementan las matrículas a más del doble ¿acaso esto no influye en el tipo de formación que se brinda?

 En términos de cobertura es una buena decisión, sin embargo, según las reformas propuestas por el ejecutivo y avaladas por la mayoría de los congresos estatales, la calidad es lo relevante en esta nueva gestión. Contradicción pura. ¿Podríamos hablar de calidad en la formación de los futuros profesores cuando no se respetan las condiciones para que esto se pueda dar? ¿Buenos profesores de nivel superior? ¿Infraestructura para atender la matrícula creciente? ¿Número de estudiantes por grupo? ¿Criterios de ingreso y egreso efectivos? Reflexionemos entonces, qué pasa en los estados.

 Si en verdad los gobernadores del más alto nivel en nuestro país están convencidos en que la educación puede ser la piedra angular del progreso, debe pensarse en un elitismo educativo. Con esta propuesta, no me refiero a una educación para las élites sociales o económicas, sino una educación de formación de docentes de élite. En publicaciones posteriores hablaré con más detalle sobre esta propuesta.

Mientras los padres de familia, los alumnos, los gobernantes y la sociedad en general demanden una educación buena, de calidad, satisfactoria e integral, tenemos que pensar en esos profesores que  facilitarán ese tipo de educación como personas con preparación y que están a tono a las exigencias que demanda el medio, con vocación y profesionalismo. La lógica que debiera subyacer es sencilla, la mejor educación dentro de la escuela la brindan los mejores profesores.


Acotando…

A los lectores, tengan unas bonitas vacaciones de semana santa.


Publicado en Reflexión educativa

Comentarios

Entradas populares de este blog

La monotonía un problema común en un salón de clases

La comida chatarra en la escuela

Influencia del medio social en la escuela, hablemos en valores