Diario de un ATP en tiempos de Covid: el impacto de la Pandemia en los agentes educativos





Freddy Leo Flores*
Muchos de los lectores nos estaremos realizando constantemente algunas preguntas similares a las siguientes: ¿volveremos al mismo tipo de prácticas dentro de las aulas?, ¿qué camino tomará el sistema educativo nacional? Todo parece indicar que habrá un cambio, al menos en la Secretaría de Educación Pública (SEP) de las diferentes entidades ya se ha optado por modernizar y tomar el sendero digitalizador de algunos procesos (inscripciones en línea, certificados y boletas digitales, entre otras), muchos de estos, históricamente han sido catalogados como lentos y burocráticos. Pero más allá de los cambios en la burocracia empleada por las autoridades educativas, es inevitable preguntarse qué sucederá dentro de nuestras escuelas, en nuestras aulas.

En demasía se ha hablado del gran desafío a nivel mundial que presentó, y continúa presentando la Pandemia para todos los sectores de la población, en donde el sector educativo no es la excepción. A pesar de las adversidades, el Programa Aprende en Casa, poco a poco fue sorteando algunos de los obstáculos enfrentados, al menos de forma. 

En el Sistema Educativo Nacional (SEN), tanto docentes, alumnos y padres de familia o tutores, en su inmensa mayoría, trataron en la medida de sus posibilidades de eludir todas las dificultades a las que se enfrentaron y así dar cumplimiento a las disposiciones federales desprendidas del programa citado con anterioridad, mismo que pretendía dar continuidad al proceso educativo de los niños y jóvenes. 

La imperiosa necesidad por parte de nuestra autoridad educativa federal de querer “rescatar” el ciclo escolar, ha puesto de nueva cuenta sobre la mesa muchas de las deficiencias y desigualdades del SEN, algunas de las cuales van desde la conectividad, el 56.4% del total nacional disponen de conexión a Internet (INEGI, 2020), hasta el nivel académico de los padres de familia, casi una cuarta parte (21%) de las madres de familia de los alumnos de sexto grado tienen escolaridad igual o inferior a la primaria (INEE, 2017). Esta situación se torna un poco más difícil si te toma en cuenta que aproximadamente 9.3 millones de mexicanos se encuentran en situación de extrema pobreza (CONEVAL, 2019). El reto, ya de entrada es difícil.

Para poner en contexto la situación vivida por diversos sectores de la población, permítame el lector mencionar a continuación cuatro casos, de los muchos existentes en el país, y el cómo desde la posición de cada uno de ellos, han tenido que hacer frente a lo vivido.

María Cruz, de 52 años, contadora retirada con domicilio en el sector Norte de la Ciudad de Culiacán, Sinaloa, trató de seguir el ritmo de las actividades enviadas al principio por la profesora titular a cargo del grupo de su nieta, Camila, una niña de 7 años. Además de ello, María Cruz, tenía que hacerse cargo de sus padres, su madre con problemas de movilidad y su padre con demencia senil, lo cual hizo las cosas un poco más complicadas. Sin duda, esta última labor era la que más desgaste le exigió.

Durante los primeros días del periodo de confinamiento, Camila, cansada por el trabajo realizado, estiraba sus cabellos presa de la desesperación. Eran aproximadamente las 7 de la tarde y ella seguía con sus actividades escolares. Inquieta por naturaleza, cada vez le costaba más concentrarse. “Ya estoy cansada ama”, llegó a exclamar algunas veces. Los programas de televisión duraban más tiempo del que una niña de su edad podría mantenerse concentrada. 

Adicionalmente a las actividades de Aprende en Casa, al inicio Camila y Maria Cruz tenían que elaborar las actividades señaladas por la docente de la niña, producto de ese pequeño lapsus de confusión, a veces habitual, entre lo señalado por la autoridad educativa y lo previamente organizado por los maestros.

Xavier, profesor de sexto grado en el sector Norte de Culiacán, externaba su preocupación durante la implementación de la estrategia Aprende en Casa para alumnos de Sexto Grado. Él mencionaba que las actividades de dicho programa se encontraban un tanto alejadas de las que  previamente había diseñado en función de las características cognitivas de sus alumnos. “El volver a explicarles a los padres de familia, seguramente generará molestias en varios de ellos”, señaló.

Además de ser maestro, Xavier también es padre de un bebe de 6 meses. Durante algunos días el cansancio emocional, físico e intelectual hizo mella en su persona; debía contribuir con las labores domésticas mientras su esposa se encargaba de atender a su grupo, ella de igual forma es docente. 

A pesar de ello, y en medio de toda la confusión y el estrés, tanto Maria Cruz como Xavier, dicen sentirse tranquilos porque su nieta e hijo, respectivamente, no se encuentran expuestos, y lo único que ronda por la mente de ambos es la idea de saber ¿cuándo volverán a clases?, ¿cómo será todo cuando vuelvan?

El regreso a la convivencia en las escuelas, tanto para docentes como para alumnos, es de vital importancia, al ser los centros escolares un espacio de disfrute y socialización en donde muchos de los niños, antes que ser alumnos, encuentran distracción, protección y hasta alimentación, sobre todo para aquellos que forman parte del Programa Escuelas de Tiempo Completo (PETC). Los docentes por su parte, han obtenido al interior de las aulas una satisfacción enorme y revitalizadora en el día a día. Nohemí, docente con 21 años de servicio, radicada en Tijuana B.C. pero que ocasionalmente visita nuestra ciudad, señalaba que: “lo que más extraño de la escuela, es dar los buenos días y que mis alumnos me respondan con un buenos días ama”. 


Los casos señalados han coincidido en varios aspectos, incluso podríamos concluir que los cuatro personajes han experimentado “una ruleta de emociones”, yendo constantemente del estrés al temor, de las dudas a la tranquilidad, en lo que parecería un ciclo interminable, repitiéndose una y otra vez. En todos ellos, a pesar de las emociones vividas prevalece la idea de que esto pasará pronto, y que a raíz de la Pandemia y el confinamiento obligado, ya nada volverá a ser como antes. De alguna u otra forma cada uno ha replanteado sus prioridades. Del mismo modo, al menos eso se espera, corresponderá a nuestra autoridad educativa federal determinar el rumbo que habrá de tomar la educación en nuestro país, los siguientes meses son cruciales para conocer el sendero que seguirá nuestro Sistema Educativo Nacional.


*Freddy Leo Flores. Profesor Sinaloense Normalista de formación. Asesor Técnico Pedagógico de Educación Primaria. Supervisión Escolar 001 de Primarias Federales. Licenciado en Educación Primaria y Maestro en Educación.
Twitter: @freddyleoflores
Correo electrónico: Fleoflores1985@gmail.com




Referencias Bibliográficas

CONEVAL. (2019). 10 años de medición de pobreza en México, avances y retos en política social. Recuperado de https://www.coneval.org.mx/SalaPrensa/Comunicadosprensa/Documents/2019/COMUNICADO_10_MEDICION_POBREZA_2008_2018.pdf
INEE. (2017). La educación obligatoria en México. Informe 2017. México: INEE.
INEGI. (2020). Estadísticas a propósito del día mundial del Internet. Recuperado de https://www.inegi.org.mx/contenidos/saladeprensa/aproposito/2020/EAP_Internet20.pdf


Publicado en Utopía educativa

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