VARIAS ESCUELAS RURALES Y MUCHAS MULTIGRADO
Por Oscar Isaac Corral Arias
En nuestro país el número de escuelas
primarias con tipo de organización multigrado es considerable. Según el informe
de Panorama Educativo de México publicado en 2010 por parte del INEE; existen
44 050 escuelas con este tipo de organización que a vez representan el 44.4%
del total de escuelas primarias en nuestro país. Esta situación tiene diversas
causas e implicaciones.
Entre las causas encontramos que debido a
la gran dispersión poblacional que hay en el país, el gobierno ha encontrado
dificultades para establecer escuelas primarias de tipo de organización
completa en cada comunidad rural, es decir, escuelas donde trabajan un maestro
para cada uno de los seis grados. En muchas de las ocasiones es
complicado dado que no existe una matrícula que justifique los servicios de un
docente por grado, es decir, la falta de alumnado condiciona el número de
docentes que pueden brindar el servicio. Por otro lado, también se puede
sostener que la pesada e ineficiente administración burocrática por parte de
las autoridades educativas – y sindicales- en muchas ocasiones juega en contra
de la correcta administración del personal docente en las diferentes escuelas
de origen rural. Es importante aclarar que la distribución del personal no solo
debería depender del número de alumnos sino también de las condiciones en que
éstos se encuentran (situación de rezago).
No
hay que confundir que no todas las escuelas rurales adoptan el modelo
multigrado pero si podemos decir que en buena parte de ellas se trabajan bajo
este esquema. Quizás existan más causas por las que se adopta dicho modelo. Por
lo pronto menciono esas dos, y sigo con las implicaciones.
Normalmente al hablar
de escuelas primarias rurales de organización multigrado se asocia a una imagen
de una escuela con carencias de diferente tipo. La primera y más obvia es la de
profesores (aunque en ocasiones la demanda esté cubierta debidamente), una
segunda se refiere a las condiciones de infraestructura y una tercera a los
problemas de tipo económico y social del contexto donde se inserta la escuela.
La escuela rural cobra vida en un estereotipo. Y esto no es fortuito, muchos de
los rasgos a los que consciente o inconscientemente se relacionan o aluden a
escuelas con estas características encuentran asideros en la experiencia
empírica. Escuelas sin condiciones mínimas para operar; agua y luz, problemas
de violencia, pobreza –a veces extrema, entre otros.
En el plano de lo curricular también existen evidencias de lo
que es un descuido a la escuela multigrado. Si bien, en 2005 se presentó la Propuesta
Educativa Multigrado, en donde se reconoce la necesidad de articular el plan
vigente (en ese entonces el Plan de estudios 1993) a las necesidades de un
importante sector educativo, dicha propuesta quedó descontinuada pues no
encontró su equivalente con el plan de estudios 2011. No obstante, sugiere
formas de organización distintas en el aula como lo es el trabajo diferenciado
por ciclos, abordaje a partir de temas comunes entre otros. Desde esa perspectiva, existe un vacío sobre
una propuesta curricular oficial por parte del gobierno federal. Algunas
entidades como Sonora y Zacatecas a través de sus dependencias estatales de educación
han elaborado sus propias propuestas para educación multigrado. El tema de sus
reorganizaciones curriculares resulta interesante para el análisis debido al
dilema de “mutilar”, adaptar, diferenciar o crear un currículo específico a un
sector de la población históricamente desfavorecido como lo es el rural.
En cuanto al personal
docente, cabe destacar que los cursos de actualización u orientación no siempre
están orientados hacía este tipo de organización. Lo que provoca entre los
docentes cierta insatisfacción por no sentirse identificados con las
condiciones reales de su trabajo frente al grupo y las dificultades que de
ella se desprenden. Es preciso mencionar
que muchas de las escuelas multigrado no son atendidas por profesores
titulados, sino por instructores comunitarios (CONAFE) que tienen como formación
académica la secundaria y el bachillerato. Quizás esto también contribuye a que
se consideren las escuelas rurales de organización multigrado como escuelas
donde se brinda un servicio educativo que poco o nada cumple con los parámetros
deseables. Esto último debe ser retomado con mesura porque apuntes de Ezpeleta
(1997) señalan que han habido leves avances cuando se comparan los resultados
educativos entre instructores que reciben cursos comunitarios que profesores
titulados que no los reciben. Aún si así fuera la situación, el estado que
guardan las escuelas multigrado en comparación con una de tipo completo parece
ser de desventaja en cuanto a los resultados académicos: contextos con menos
estímulo por parte de las TIC’s, materiales que no coinciden con la cosmovisión
de los alumnos en diferentes contextos, bajo nivel de escolaridad de los
padres, falta de preparación de los profesores para atender dicha modalidad
entre otros.
El tema de las escuelas rurales, específicamente las
multigrado, es amplio y muy rico para el debate y la propuesta. Quedan
pendientes las reflexiones sobre la comunidad rural como proyecto escolar a
mediano y largo plazo, la falta de arraigo de los profesores nóveles en remotas
comunidades y los mecanismos necesarios para buscar la excelencia docente en
las comunidades con más rezago. Por lo pronto, las causas y consecuencias
descritas anteriormente dibujan a una escuela rural con dificultades que
transitan desde la adopción –ineludible- del modelo de organización multigrado hasta
la atención de grupos muy heterogéneos e incluso, alumnos muy diversos.
BUEN ARTICULO PARA DEBATIR Y REFLEXIONAR!!! GRACIAS POR COMPARTIRLO!
ResponderEliminarEn estas escuelas los profesores también tienen que atender alumnos de educación especial y paupérrimos... Esperemos que se empiece a trabajar en el reconocimiento de los profesores por todos los medios posibles y los que simulen, que se pongan la camiseta...
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