Pensamiento crítico y creativo en costas educativas

Pensamiento crítico y creativo 

Se habla de pensamiento a esa gran masa de conexiones que se gestan imperceptibles al ojo humano dándose entre diminutas partículas somáticas. Si bien se refiere al pensamiento como una innata cualidad del ser humano que le ha permitido a lo largo de los años y de acuerdo a su evolución desarrollar actividades cada vez más complejas, que le permitan desarrollar, innovar, crear e inventar artefactos que funcionen en pro de los de su especie. Y que por supuesto conforme ha ido creciendo ése abanico de posibilidades se tuvo que hacer pragmática una de las principales competencias que el cerebro humano realiza por naturaleza, i. e. categorizar los elementos presentes en el exterior para después organizar de manera interiorizada la información o el conocimiento obtenida por los mismos. Así es como se ha logrado por medio de razonamientos ontológicos esquematizar gran parte, si no es que todos los elementos presentes en el mundo y unos cuántos más fuera de él.
En este sentido se tiene que el pensamiento dada su extensa complejidad no escapa de ser categorizado para facilitar poco a poco su comprensión. Al respecto se pueden definir una gama de formas de pensar que precisan el marco teórico y de referencia de cualquier individuo racional mismo que lo llevará a obrar en una determinada situación tomando en consideración dicho marco teórico o postura y los elementos presentes en el exterior. De ahí pues germina la idea de hablar sobre dos tipos de pensamiento en lo particular con la finalidad de analizar qué tan permeable son en el accionar docente, con ello se alude al pensamiento creativo y pensamiento crítico. En primera instancia el pensamiento creativo se puede definir como aquel cuya capacidad radica en la facultad para desarrollar nuevas ideas a partir de una serie de elementos que se disponen buscando a posteriori lograr alcanzar un fin determinado.
Por su parte el pensamiento crítico se caracteriza como aquel en el que el individuo tiene la capacidad para optar e identificarse dentro de una determinada postura filosófica, haciendo hincapié que confronta las nuevas ideas reconociendo como es debido los argumentos en los que descansan éstas mismas a partir del dominio de su posición filosófica. Con respecto a lo anterior se identifica una amplia relación con un rasgo en particular del perfil de egreso de los alumnos en educación básica, ubicado inmerso en el documento por el cual se consigue articular los tres niveles educativos (preescolar, primaria y secundaria), es decir el plan de estudios del 2011, se puede apreciar ubicado en el inciso b), manifiesta que el estudiante de educación básica debe poseer las siguientes competencias:
“Argumenta y razona al analizar situaciones, identifica problemas, formula preguntas, emite juicios, propone soluciones, aplica estrategias y toma decisiones. Valora los razonamientos y la evidencia proporcionados por otros y puede modificar, en consecuencia, los propios puntos de vista.
En lo que concierne a la práctica pedagógica considero que ambos tipos de pensamiento son de manera similar importantes para un docente tanto el pensamiento creativo como el crítico tiene un peso específico dentro de la labor pedagógica, ya que el maestro es el principal responsable de forjar en los alumnos estos dos tipos de pensar tal cual como lo dice la célebre frase “Nadie puede dar lo que no tiene”. Es por eso que se considera tan importante que los maestros dispongan de dicha cualidad.
Por una parte conforme la praxis pedagógica en la mayoría de las ocasiones se requiere de diseñar estrategias acordes a los diferentes estilos de aprendizaje, así como de que éstas dispongan de un cierta flexibilidad en su ejecución ya que como se trabaja con la materia prima más inestable en el mundo, es decir el psique en general el ser humano, tiende a ser complicado diseñar actividades que se apeguen en su totalidad a su establecimiento escrito y previamente planeado, de ahí que el maestro debe mostrarse dispuesto y apto ante la posibilidad de cambiar la práctica pedagógica adecuándose a las características y necesidades que presenten sus alumnos. Como bien se alude dentro de uno de los rasgos de perfil de egreso del estudiante normalista, en específico centrado en la línea de Competencias didácticas inciso d), se subraya que el docente:
“Conoce y aplica distintas estrategias y formas de evaluación sobre el proceso educativo que le permiten valorar efectivamente el aprendizaje de los alumnos y la calidad de su desempeño docente. A partir de la evaluación, tiene la disposición de modificar los procedimientos didácticos que aplica.
Con lo anterior se hace menester para el maestro identificar los elementos que le servirán como indicadores para evaluar su propia práctica pedagógica en función entre los aprendizajes adquiridos y esperados por sus alumnos por medio de instrumentos de evaluación pertinentes y aprovechar además la evaluación como un mecanismo para favorecer el pensamiento crítico entre sus alumnos. Pero ello sólo se logrará en el supuesto estricto de que el maestro posea tanto el pensamiento crítico como el creativo ya que litigando de nuevo a la frase citada con anterioridad concerniente a la incapacidad de dar lo que no se posee, se focaliza entonces la inclinación de la responsabilidad de forjar la creatividad y la crítica hacia el maestro, con la siguiente cuestión  ¿Acaso 4 años de escolaridad en la Escuela Normal son suficientes para desarrollar estos dos tipos de pensamiento humano en los futuros docentes? a mi parecer considero que es necesario de más elementos que no sólo se proporcionan en una institución educativa, estoy refiriéndome con ello a uno de los beneficios que se concibe por medio de la lectura (que por cierto también es considerado como uno más de los rasgos de perfil del egresado normalista), o en su caso a la formación del sujeto dentro de un determinado ambiente socio-cultural, sin embargo éstos sólo significan una exigua parte de los factores que influyen para el desarrollo de los pensamientos en cuestión.

Referencias bibliográficas
  • Plan de estudios de la educación básica 2011
  • Plan de estudios de la educación normal 1997, Licenciatura en educación Primaria


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